Dice que ya la primera vez que la vio disimuló lo mejor que supo y hace una confidencia; "Su belleza podrá ser mundana, podra ser inexistente pero, si te fijaras bien en mis ojos, cuando la miro encontrarías la expresión de un lactante".
Me cuenta que le resulta difícil no avanzarle ni un pequeño prólogo de sus deseos, se pone nervioso y sublima sus pensamientos mirando hacia otro lado.
Se miente, me miente mi pobre amigo abriendo el corazón. Inequívocamente me demuestra que está más enamorado de lo que él mismo está dispuesto a aceptar.
-Continúa- La veo y siento ganas de abrazarla, no es sexo, me conozco, no la veo como mi amante desbocada. Quiero tener momentos llenos de pasión y desenfreno eróticos con ella como comprenderás, pero no pretendo empezar por ahí y no es el fin ni el principio de lo que cabalga en caballo de combate por mi cabeza pretendiendo destrozar la armonía que otras tantas me hicieron reconstruir, recolocar y mantener en orden.
Le pregunté si encontraba en ella signos para la esperanza, indicios discretos de amor, puertas a medio cerrar...
-Interrumpe- No lo sé, puede que sí, a veces estoy seguro de que sí, otras creo que ni le intereso lo más mínimo. - Le frené antes de que continuará hablando porque siempre estas frases teminan igual; si me diera una señal que pudiera ver clara me lanzaría a por ella.
Verás -le dije- ¿Has probado a aguantarle la mirada? ¿Has mirado su cuello cuando habla contigo? ¿Se ruboriza? ¿Acaso alguna vez dice cosas sin sentido? ¿Te provoca?
- No lo sé, puede ser, no lo sé. ¿Por qué me resultará tan complicada esta cuestión? - suspira- Debería de ir directamente y decirle que estoy completamente a su merced, que el hombre que tiene delante es capaz de deshacerse en una caricia suya ¡¡Y ni tan siquiera sé si sabe darlas!! ¡¡No puedo tan sólo asegurar que sea el diez por ciento de quien creo que es!!
-¿Pero tú qué quieres? -le pregunto ¿Tú qué ves en ella? ¿Dudas de tu acierto?
- Desde luego no quiero estar más tiempo sólo.
- Frena, frena - le espeto - No confundas los términos - Veo como asiente con la cabeza y entiende lo que pretendo decirle. Sigue;
Yo la veo bellísima, morena, guapa, creo que es de las que valen la pena, también veo algunas lagunas importantes.
-¿Lagunas? - Le pregunto.
- Sí, nada que yo no pudiera controlar.
- Espera, espera, espera.-hablo yo de nuevo- ¿Tú estás pensando en un amor y tienes miedo de que no sea el amor que andas buscando? O peor -sigo- ¿Acaso tú crees que vas a cambiar a alguién?
- Ahora que lo dices, no sé qué contestar. No sé qué hacer, no sé hacia dónde mirar.
- Si esperabas que te yo te diera un empujón, tendrás que dejarme pensar un poco más, querido amigo. Ahora mismo creo que estás enamorado, eso es innegable, además incluso diría que te presentas como un noble amante. Por otro lado, ya nos conocemos, y te he visto caer, hacer el bobo y ser la alfrombra de algunas mujeres y los escalones de otras. Has rechazado a mujeres como la que cuentas porque te pasaron desapercibidas sus virtudes. ¿Te pongo ejemplos?
- Esta me gusta de verdad -se rasca la cabeza- Quiero tenerla al lado, cuando me enamoro sólo pienso en caricias, espalda, melena, en el culo, los cachetes del culo, la siesta después del sexo, el beso en los labios al despertar, cuando se pone la cara colorada y los ojos hinchados.
- No te atrevas a hacer ni decir nada hoy, no hagas nada tampoco mañana, ni pasado. Salvo esto; Mírala y díselo todo, cada vez que la veas, cada vez que puedas dile que es especial para ti, preséntale tus manos en forma de bandeja, sólo con la mirada y escucha atentamente los pálpitos de su corazón. Esperaré impaciente verte de nuevo, suerte para ti. Ojalá no andes equivocado, si es así disfruta la empresa, y si no lo estás hazla sentir bien y sé un hombre, un hombre también puede ser un lactante, como sé que estás siendo, querido amigo. Debo dejarte. Adiós.
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